"Un ejército sin espías es como un hombre sin ojos y sin oídos"
Chia Lin, citado por el maestro Sun Tzu en "El arte de la guerra"
La incorporación en 2009 de los misiles de crucero Taurus KEPD-350 como dotación de los sistemas de armas de la Fuerza Aérea de España, sigue preocupando hondamente a Marruecos, cuyos Servicios de Inteligencia advirtieron de inmediato la amenaza específica que suponen para los centros de interés estratégico del país.
La DGED, órgano de la inteligencia exterior marroquí dependiente del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Reales, dirigida por Mohamed Yassine Mansouri, trasladó en su momento al “Makhzen” un informe exhaustivo sobre la operatividad de los nuevos misiles aire-superficie de largo alcance adquiridos por España (inicialmente 43 unidades), que, dadas sus prestaciones técnicas y su lanzamiento desde sistemas aéreos (aviones F-18 y EF-2000), tendrían en su radio de acción todos los objetivos de alto interés militar, industrial o logístico ubicados en territorio marroquí. El Makhzen constituye la élite del gobierno efectivo de Marruecos aglutinada en torno al rey Mohamed VI, quien además de ser Jefe del Estado también ostenta la Jefatura de las Fuerzas Armadas, reservándose igualmente la dirección del Ministerio de Defensa.
Por su parte, la Inteligencia Militar marroquí (Direction du Renseignement Militaire - DRM), pudo comprobar directamente en el entorno de TAURUS Systems Gmbh, el consorcio sueco-alemán que fabrica el misil (entonces dirigido por Helmut Hederer), sus prestaciones reales “clasificadas” fuera de catálogo, confirmando su alcance sobre los objetivos estratégicos que considera prioritarios, y que teóricamente pudieron definir los requisitos operativos básicos de la adquisición española. Al mismo tiempo, destacó la nacionalidad y la condición privada del suministrador, lo que en caso de conflicto hace imposible cualquier presión limitadora de su uso contra Marruecos, tanto por parte de Francia como de Estados Unidos, que son sus “socios” occidentales de referencia.
El entorno más duro del Makhzen, que ha embridado su malestar mientras Rodríguez Zapatero estaba al frente del Ejecutivo español, considera ahora que el nuevo responsable marroquí de Asuntos Exteriores y Cooperación, Saad-Eddine El Othmani, debería trasladar a su homólogo español, José Manuel García-Margallo, las reticencias generadas con la dotación de misiles de crucero Taurus KEPD-350 para los aviones de combate españoles, reconocidos como su principal arma estratégica. No obstante, se sopesa que esta “advertencia” del Gobierno marroquí se realice en principio de manera informal, o bien se retenga a la espera de ver cómo evoluciona el nuevo clima de entendimiento diplomático iniciado formalmente con la visita oficial de Mariano Rajoy a Rabat realizada el pasado 18 de enero, donde se entrevistó con su homólogo marroquí Abdelilah Benrikane y con Su Majestad el Rey Mohamed VI.
Al mismo tiempo, la “operación Taurus”, y sobre todo la alternancia ideológica en el Gobierno de España, ha llevado a que Marruecos, a través del entorno del Makhzen, se postule aún con mayor intensidad como “potencia amiga” de Estados Unidos para el desarrollo de su estrategia militar en la zona del Estrecho, lo que conllevaría una función de “escudo” ante lo que en el país vecino se considera la “amenaza española”. A esos efectos, cuenta ya con tres puertos vitales frente a Gibraltar (Tánger, Tánger-Med y la base naval de Ksar-Kebir), al margen de la base militar de Alhucemas, que se encuentra en fase de modernización, y el puerto de Nador, disponibles en la costa mediterránea, sin despreciar otras posibles infraestructuras estratégicas de interés puntual para Estados Unidos en la costa atlántica.
Por otra parte, tampoco ha pasado desapercibida en el CIFAS (Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas) la reciente adquisición marroquí de un ultramoderno sistema radar fabricado por la estadounidense Raytheon. Se trata de la versión avanzada XMC del radar “SeaVue”, que, entre otras funciones, puede detectar todo tipo de blancos marítimos desde el aire y ser instalado tanto en los aviones de combate marroquís como sobre sus plataformas “Predator” no tripuladas, permitiendo en la práctica un control total sobre los buques que navegan por el Estrecho de Gibraltar.
Marruecos será el primer país del mundo, después de Estados Unidos, en contar con el radar “SeaVue” XMC.
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